El informe del IPOD de enero deja en evidencia la persistente brecha entre los precios que recibe el productor y lo que paga el consumidor, con factores como la especulación comercial, la importación de alimentos y los costos logísticos impactando en la ecuación final.
Por: Redacción / 18 de febrero de 2025
Según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD), elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en enero los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,8 veces desde el campo hasta la góndola. En términos prácticos, esto significa que el consumidor pagó $3,8 por cada $1 que recibió el productor.
El estudio refleja que, en promedio, la participación del productor en el precio final fue del 22,7%, registrando un aumento del 8,1% respecto de diciembre de 2024. Entre los productos analizados, la mayor participación del productor se dio en el pollo (49,8%), mientras que la menor fue en la zanahoria (7,9%).
Factores que impactaron en la brecha de precios
Durante enero, la economía experimentó un consumo deprimido debido al período vacacional, además de condiciones climáticas adversas y elevados costos de producción, logística y comercialización. A esto se sumó la apertura de importaciones, realizada mayormente por grandes hipermercados y empresas, que colocó a los productores regionales en una situación de desventaja competitiva. Los altos costos de insumos e impuestos encarecieron la oferta nacional y complicaron aún más el panorama para los productores locales.
Diferencias entre los sectores frutihortícola y de origen animal
El IPOD frutihortícola mostró que los precios de las 19 frutas y hortalizas evaluadas se multiplicaron por 6,3 veces del campo a la góndola, representando un descenso del 8,7% respecto de diciembre. En cambio, en los productos y subproductos de origen animal, el consumidor pagó tres veces más de lo que recibió el productor, un incremento del 3,4% en comparación con el mes anterior.
Las diferencias entre ambos sectores reflejan los distintos niveles de transparencia en la comercialización. En el sector frutihortícola, los intermediarios tienden a mantener sus márgenes de rentabilidad, lo que afecta la participación del productor en el precio final. En el caso del mercado ganadero, la brecha de precios entre productor y consumidor ha mostrado estabilidad, sin grandes cambios mes a mes.
Productos con mayores y menores brechas de precios
Los productos que presentaron la mayor diferencia entre el precio de origen y el de góndola fueron:
Zanahoria: 12,6 veces.
Naranja: 9,8 veces.
Manzana roja: 6,9 veces.
Pera: 6,9 veces.
Zapallito: 6,6 veces.
En el caso de la zanahoria, el precio en góndola aumentó un 4,3%, mientras que el pago al productor cayó un 17,9% debido a una sobreoferta y una demanda reducida. Para la naranja, los precios subieron un 9,9% en destino y bajaron un 1,2% en origen, impactados por la importación del cítrico. Las manzanas y peras también mostraron incrementos en góndola del 6,2% y 7,5%, respectivamente, mientras que el precio al productor de la pera disminuyó un 4,5% por sobreoferta.
Por otro lado, los productos con menor brecha de precios fueron:
Pollo y huevos: 2 veces.
Frutilla: 2,4 veces.
Leche y novillo: 3,7 veces.
El pollo mostró una disminución tanto en góndola (-24,4%) como en origen (-17,8%), mientras que los huevos aumentaron 0,8% al productor y 3% al consumidor. En el caso de la frutilla, sus precios aumentaron en origen (8,3%) y en destino (16,7%), debido a la comercialización de stock almacenado en cámaras de frío. La leche bajó un 1,5% al productor y subió 6,9% en góndola, mientras que el novillo experimentó un incremento del 6,2% en origen y una caída del 4,9% en destino./